“Hago mis películas con lo que Hollywood gasta en pintalabios”. Con esta declaración de principios emprendía Maya Deren (Ucrania, 1917) un ataque frontal al monopolio de la «visión» cinematográfica en el Hollywood de los 50. Una situación que lejos de cambiar se ha globalizado hoy en día, haciendo cada vez más profundo ese abismo que separa la industria del autor, lo que —“ha sido un gran obstáculo para que el cine se definiera y se desarrollara como una forma de arte creativo y fino.”—en las palabras de la propia Maya.
Deren fue una cineasta activista de su arte, quien editaba, DISTRIBUÍA y promocionaba sus propios films en Universidades, Institutos y Museos de Canadá, EUA y Cuba—¿acaso es ese el espacio propicio del cine?—, en una cruzada por divulgar las posibilidades de un arte inagotable e inabarcable. Llamaba a sus piezas «películas de cámara», con el doble sentido de cámara de cine y «cámara» como espacio pequeño, donde se convoca a una audiencia limitada sin por ello llegar a ser marginal o excluyente.
Considerada por algunos como la madre del cine experimental en Estados Unidos, Eleanora Derenkowsky —mejor conocida como Maya Deren— dejó un legado imperdurable en el puñado de películas que realizó entre las décadas de los 40´s y 50´s. El suyo era un cine activo, urgente, inquieto. En palabras de Glauber Rocha, Deren supo aplicar su máxima al oficio: «Una idea en la cabeza y una cámara en la mano».
Bailarina, coreógrafa, poeta y directora, Deren consiguió amalgamar la teoría psicoanalítica con la poesía de la expresión corporal sin perder nunca la autonomía del lenguaje cinematográfico, basando su discurso dramático en el montaje y no en la narración.
Una de sus obras emblemáticas es «At Land» (ver breve comentario en la voz de la propia Deren en YouTube: «At Land», Fragmento de «In the Mirror of Maya Deren»), una pieza inolvidable y única a medio camino entre la teoría de montaje de Kuleshov y el delirio creativo de Un Chien Andalou de Buñuel.
Descansad del ruido por 15 minutos y disfrutad de esta joya muda.
«At Land» por Maya Deren, 1944.