El Código Serafiniano

Hace un año quedé para tomar un café con una amiga que no veía hacía mucho tiempo, ella es diseñadora de moda y por aquel entonces buscaba referencias para su nueva colección. Lo que estaba investigando me alucinó, tanto por su extravagancia como por lo enigmático de la historia. Había dado por azar con un libro magnífico, uno de esos ejemplares extraños y míticos, el “Codex Seraphinianus”.
Escrito por el arquitecto Luigi Serafini (Italia, 1949) con apenas 27 años, el “Codex Seraphinianus” es una de esas obras inclasificables. Serafini se propuso crear una nueva enciclopedia del mundo, un mundo totalmente nuevo desligado de las normas y la lógica del que vivimos. Empezó por desarrollar desde una lengua propia, todo un alfabeto inventado el cual aún hoy sigue sin ser descifrado. Durante dos años ininterrumpidos (1976-1978) se dedicó a crear las reglas del universo Serafiniano y lo ilustró en más de 400 páginas de los dos volúmenes que conforman la obra. Pensó en la arquitectura, en la planificación urbanística, los medios de transporte, el desarrollo de su industria, sus inventos y aplicaciones a la vida diaria, la evolución de sus especies, la botánica, la zoología y la antropología… Pero lo más fascinante de su empresa es la vindicación del Absurdo como principio creativo; la meticulosidad empleada en la concepción de cada criatura renuncia a la funcionalidad en pro del goce estético y, desde esa perspectiva, las voces de El Bosco, Brueghel, Escher, Dalí o incluso el Borges de “Tlön, Uqbar, Orbis Tertius” , tienen su eco en el rocambolesco imaginario Serafiniano.
Bibliófilos y coleccionistas han pagado cifras desorbitantes por los primeros ejemplares impresos de la edición que hizo el visionario editor Franco Maria Ricci en 1981, toda una joya editorial que sólo unos pocos privilegiados pueden tener en sus manos, de esta monumental obra unos pocos extractos.